Manuel Aragón Román
miércoles, 5 de febrero de 2020
lunes, 21 de noviembre de 2016
Manuel Aragón, el hombre, el artista, es
consciente de la importancia de su oficio, de su oficio de vivir, porque está
convencido de que su cámara, la visión del mundo que le da su cámara, es lo que
lo justifica en la vida. Una vida en la que se asienta la responsabilidad y la
cordura, y se desboca la emoción y la solidaridad. Y abrazando estos cuatro
motivos condicionantes, el Amor.
Aragón
es un poeta de la imagen, y consigue conjugar todos los motivos, a veces
dispares, como encuadre, luz, equilibrio, naturaleza, paisaje humano,
atmósfera, pálpito interior… En sus fotografías, a veces, el silencio se
escucha y el latido se personaliza. Y en otras ocasiones, la emoción se hace
grito y la tensión se hace filo de navaja.
¿Quién
dijo que la fotografía es quietud? Que se lo pregunten a Manuel Aragón Román,
fotógrafo, de Nerva, en el cogollo de las Minas de Riotinto, y él contestará
con su sonrisa amplia y su corazón a flor de piel, que la fotografía que se hace
con ilusionada vocación siempre es puro movimiento: el pulso de las emociones
sentidas y perpetuadas. Y es que en cada fotografía que Aragón hace está no
sólo el momento del tiempo detenido, sino que ese “Momento” nos habla del
camino recorrido para llegar a él. Por eso sus fotografías, sus reportajes, sus
composiciones, sus creativas maneras, tienen vida y tienen alma, porque tienen
toda una historia personal en la aparente quietud de la imagen, y porque hablan
desde su esmerado silencio, de su pasado inmutable y, al mismo tiempo, de una
firme proyección de futuro.
En
Aragón, fotógrafo, hay esa ambivalencia imprescindible que tienen los artistas
cuando ponen su arte al servicio del público. Puede ser duro como la materia de
sus tratados paisajes mineros, de sus pesadillas minerales, de sus dolores
sociales ante la injusticia, de sus proclamas de hermosas rebeldías…; Y puede
ser tierno como la mirada de un niño, suave como la caricia de un vuelo de
mariposa, dulce como un beso enamorado… Pero siempre será sincero en la
proyección de sus emociones.
Nada
como sus reportajes de la mina, para conocer la Mina. Nada como su comunión con
la belleza y el dolor del Río Tinto, para conocer y amar al Río Tinto. Nada
como sus anotaciones gráficas de los movimientos sociales de la Cuenca Minera,
para conocer al detalle, con pasión y solvencia, las luchas laborales y los
logros y las impotencias y las injusticias y la fuerza de las
convicciones… La historia más reciente
de la comarca está en la, muchas veces rota, canción de sus fotografías.
Y
es ese mismo amor, esa misma capacidad de sentimientos, esa visión artística de
los momentos emocionales, lo que hace posible la belleza y la ternura con que
sabe y puede tratar los hermosos temas de bodas, comuniones y toda
manifestación de transcendentes actos sociales, en los que se personalizan los
latidos del mundo familiar y apetecido. Manuel Aragón Román, fotógrafo, artista,
profesional; con una moderna utilización de la técnica, capta mejor que nadie una
mirada de amor, un gesto de confianza, un roce de las manos, la romántica
postura ante una puesta de sol que ya para siempre será suya, la sonrisa feliz
de la novia y la emoción contenida del novio… Se inmortaliza el momento y se
humaniza la belleza con el poder milagroso de la cámara en las manos y en los
ojos de Aragón.
Nerva es la primera parada de una exposición de fotos de Gossan
- Manuel Aragón es el ganador del certamen que promociona el parque temático. 17 enero 2020.
Comuniones
BODAS
Boda Sergio y Mari Carmen, 2015 (Badajoz)
PRE BODAS
RÍO TINTO
Un paseo por Marte
PAISAJE HUMANO EN BLANCO Y NEGRO
Foto: Rafael Cortes
PAISAJE MINERO
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